Al visitar Dubrovnik esplendido, es fácil perderse en su belleza y olvidar que cerca de esta ciudad maravillosa hay muchos lugares no menos interesantes que vale la pena visitar en el sur de Dalmacia. Por supuesto, no los compararemos con "la perla" del Adriático, pero diremos que vale la pena verlos, ya que esté usted cerca.

Más a menudo, cuando los viajeros se acerquen a Dubrovnik en un yate, dejan su barco de lujo cerca de la parte vieja de la ciudad, cerca de un pequeño pedazo de tierra rodeada por todos los lados del color azul del mar Adriático. Desde aquí hay sólo unos pocos kilómetros hasta las paredes de la ciudad, que son fáciles y rápidos de superar en yate. Un pedazo de tierra es la isla de Lokrum.

Parece como un pequeño oasis verde con la naturaleza virgen. Está completamente cubierto de pinocha, es el hogar de aves exóticas, las leyendas y los mitos. Un viaje corto a la isla será una adición agradable al viaje a lo largo de las costas de Croacia.

Hay un matiz que vale la pena saber antes de ir a Lokrum. Los locales creen que esta isla está maldita. Y es por eso que, durante los siglos, nadie ha vivido aquí, o más bien, no puede habituarse. Los únicos habitantes de la isla son la flora y la fauna. Los locales de la parte continental de Croacia, situada frente a la isla, cuentan la historia de que la isla fue maldecida por los monjes del monasterio construido aquí en el siglo XIII. Una vez ellos fueron ordenado a abandonar la isla. Alguien de la nobleza tenía sus vistas sobre ella, por lo que era necesario librar la tierra de los monjes que vivían aquí. Los servidores de fe no tuvieron la oportunidad de luchar por su morada. Pero al salir de la isla, lo maldijeron para que ninguno de los hombres pudiera poseerla.

Por supuesto, puede ser un mito local que es contado para atraer la atención de los turistas. Quién sabe.

De hecho, Lokrum se ve muy linda. Aquí hay una naturaleza hermosa y paisajes. Usted puede caminar al aire libre, estar en silencio, visitar el jardín botánico, que la gente de la costa enfrente plantó aquí en el siglo XIX. También se puede visitar las ruinas del monasterio, de donde los monjes fueron obligados a escapar. En el camino, definitivamente encontrará usted los pavos reales y conejos. Parece como no tengan una maldición.

Después de haber estado en la isla, usted y el capitán pueden decidir adónde seguir el camino. Si el viento lo permite, pídale al capitán que levante la vela y vaya a una bahía aislada, con el fin de usted pueda disfrutar de la natación, los deportes acuáticos, la cena bajo las estrellas. O quédese una noche cerca de Dubrovnik. Si aún no ha estado en la colina Srd, que se eleva encima de Dubrovnik, vaya allí en el funicular. Desde allí, se puede disfrutar de una magnífica vista de la costa de Croacia. Conocer la puesta de sol en la cima de una colina es un romance absoluto.